A pesar de que
en las fiestas de Ampuero en Septiembre, se celebra otra procesión
nocturna con velas, la víspera de la Bien Aparecida, la procesión
de las antorchas representa el acto de mayor solemnidad y respeto de los
encierros y más vistosa que aquella. A pesar de que el chupinazo deja
las calles en plena ebullición, el paso de la Virgen Niña al
anochecer, y su larguísima ilera de antorchas que iluminan el comienzo
de la primera noche, ponen al gentío en disposición de contemplar
el emotivo desfile, cuyo silencio deja escuchar el paso de piteros y panderetas
con música regional y banda municipal.
Son llamativos los varios
cientos de antorchas que a ambos lados escoltan a la Vírgen en su
desfile. Antorchas, voluntarios y seguidores de la procesión, casi se
juntan en la salida y entrada en su largo recorrido por las calles de
Ampuero.
Al regreso de la procesión a la iglesia, las campanas
repican como nunca en todo el año, y mientras se tiran fuegos
artificiales, se canta y se honra a la Vírgen que es de nuevo devuelta
hasta el año siguiente.
Contemplar la salida y entrada de la
procesión junto al río, en donde se refejan los fuegos
artifciales y las innumerables antorchas, mientras repican las campanas, es uno
de los actos más representativos de las fiestas, y algo recomendable
para conocerlas.